Ahora, no obstante, Rachel era consciente de que la NASA había hallado una prueba irrefutable. Ningún científico escéptico podía atreverse a cuestionar esos fósiles. La NASA ya no se limitaba a mostrar unas fotos borrosas y ampliadas de supuestas bacterias microscópicas, sino que ofrecía auténticas muestras de meteorito en las que bio-organismos visibles al ojo humano habían quedado empotrados en la piedra. "¡Piojos de medio metro de longitud¡"
No hay comentarios:
Publicar un comentario