-La Tierra fue antaño un planeta sin vida, Rachel. De pronto, como de la noche a la mañana, la vida estalló. Muchos biólogos creen que la explosión de vida fue el resultado mágico de una mezcla ideal de elementos en los mares primordiales. Pero como nunca lo hemos podido reproducir en un laboratorio, los investigadores próximos a la Iglesia han hecho de ese fracaso una prueba de Dios, es decir, que la vida no podía existir a menos que Dios tocara los mares primordiales y les insuflara la vida.
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