Sobresaltada, Rachel giró sobre sus talones y soltó el sacacorchos, que cayó al suelo. Se arrodilló, incómoda, a recogerlo. Cuando ya lo tuvo en la mano, volvió a girarse y vio al Presidente de Estados Unidos mirándola desde arriba con una sonrisa divertida en el rostro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario