Gabrielle dejó atrás la escalera siguiendo al agente, pasó luego entre una serie de cordones de separación y entró en una sección más privada del edificio. Accedieron entonces a una sala que Gabrielle sólo había visto en los libros y en la televisión. Contuvo la respiración. "¡Dios mío¡ ¡El Salón de los Mapas¡"
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