Titubeante, Rachel se acercó y miró en la dirección que señalaba el dedo extendido de Pickering. Un helicóptero MH-60G PaveHawk de morro chato esperaba sobre el césped. Aquel PaveHawk, uno de los helicópteros más veloces construidos hasta el momento, llevaba grabado el escudo presidencial. El piloto estaba de pie junto a la nave, mirando su reloj.
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