Bajo el más absoluto secreto, la ONR construía y mantenía un increíble arsenal de tecnologías de espionaje de última generación. Interceptores electrónicos mundiales, satélites espías, silenciosos chips repetidores incorporados a productos de telecomunicaciones, incluso una red global de reconocimiento naval conocida como Classic Wizard, una red secreta de mil cuatrocientos cincuenta y seis hidrófonos instalados sobre fondos marinos por todo el mundo, capaces de controlar los movimientos de los barcos en cualquier punto del globo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario